El testigo mudo

Título original: Dumb Witness

Sinopsis de El testigo mudo

La señorita Arundell es una acaudalada anciana solterona a quien sus sobrinos desean ver muerta para poder desahogarse de sus apremios económicos. Cuando sufre un accidente al caer por las escaleras, todos lo achacan a la pelotita de goma dejada por Bob, su perro. Pero la anciana desconfía, y piensa que han tratado de asesinarla. El 17 de abril escribe una carta a Poirot solicitando su ayuda, pero este no la recibe, misteriosamente, hasta el 28 de junio. Para ese entonces, la señorita Arundell ha sido asesinada, y el único testigo del crimen es Bob, su querida mascota.

Ficha Técnica

Temáticas
Publicación2 jun 2021
Sentido lecturaOccidental
ColecciónEspasa Narrativa
PresentaciónRústica sin solapas
TraductorA. Soler Crespo
Formato15 x 23 cm
EditorialEspasa
ISBN978-84-670-5980-9
Páginas320
Código0010260692

Sobre los autores de El testigo mudo

Agatha Christie

Agatha Christie es conocida en todo el mundo como la Dama del Crimen. Es la autora más publicada de todos los tiempos, tan solo superada por la Biblia y Shakespeare. Sus libros han vendido más de dos mil millones de ejemplares en todo el mundo. Escribió un total de ochenta novelas de misterio y colecciones de relatos breves, más de veinticinco obras de teatro y seis novelas escritas con el pseudónimo de Mary Westmacott. Probó suerte con la pluma mientras trabajaba en un hospital durante la Primera Guerra Mundial, y debutó en 1920 con El misterioso caso de Styles, cuyo protagonista es el legendario detective Hércules Poirot, que luego aparecería en treinta y tres libros más. Alcanzó la fama con El asesinato de Roger Ackroyd en 1926, y creó a la ingeniosa Miss Marple en Muerte en la vicaría, publicado por primera vez en 1930. Se casó dos veces, una con Archibald Christie, de quien adoptó el apellido con el que es conocida mundialmente como la genial escritora de novelas y cuentos policiales y detectivescos, y luego con el arqueólogo Max Mallowan, al que acompañó en varias expediciones a lugares exóticos del mundo que después usó como escenarios en sus novelas. En 1961 fue nombrada miembro de la Real Sociedad de Literatura y en 1971 recibió el título de Dama de la Orden del Imperio Británico, un título nobiliario que en aquellos días se concedía con poca frecuencia. Murió en 1976 a la edad de ochenta y cinco años. Sus misterios encantan a lectores de todas las edades, pues son lo suficientemente simples como para que los más jóvenes los entiendan y disfruten, pero a la vez muestran una complejidad que las mentes adultas no consiguen descifrar hasta el final.

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