Post York, una novela gráfica apocalíptica

¿Qué significa ser una persona? ¿Lo somos por nosotros mismos o nuestra condición la determina quién nos rodea? ¿Es nuestra mente la que nos define o nuestras acciones? ¿Quizás ambos? La historia del pensamiento le ha dado muchas vueltas, con más preguntas que respuestas, sobre la cuestión del ser, tanto a nivel individual como colectivo. Dentro de este último está la ética, una disciplina que gusta de ciertos retos para llegar a la verdad. Es decir, en ocasiones avanzar desde los casos extremos hasta la realidad nos ayuda a ver quiénes somos y cómo comportarnos con los demás.

¿Qué hay más extremo que una sociedad post-apocalíptica? Con un nombre ya muy definitorio, Post York nos lleva a la Nueva York de un futuro distópico en el que los casquetes polares se han derretido, inundando nuestro planeta al estilo Waterworld, a la que evidentemente se hace referencia pero para alejarse de ella en dirección opuesta. Y es que Post York se separa diametralmente de los tópicos del género distópico, dejando de lado aportaciones nimias ni creaciones absurdas, con la intención directa de analizar lo que somos y lo que podemos ser en diferentes circunstancias. No en vano la obra se inicia con una cita del eminente filósofo Michel Foucault, que ha profundizado desde diversas perspectivas en el conflicto del ser y la sociedad.

De esta manera, nada inocente, James Romberger nos hace una propuesta muy interesante. El artista de obras como Hellblazer: Setting Sun, Seven Miles A Second o The Bronx Kill, toma su puesto como autor completo para narrarnos tres historias diferentes ambientadas en una misma localización, en un mismo momento y con un mismo elenco de personajes, donde el juego consiste en tomar como base la misma situación y mostrarnos cómo una decisión diferente de una sola persona puede moldear toda la realidad. Romberger reflexiona sobre nuestro día a día llevándonos al extremo.

El simple hecho de tomar una dirección u otra define una cantidad inmensa de detalles que pueden pasar de hacer nuestro día más feliz a un completo desastre. Pero no se queda solo en todo aquello que nosotros podemos hacer, también en lo que nos encontramos en el mundo y cómo nos afecta. Post York es uno de esos trabajos que, acudiendo a lo irreal, impacta en lo real. Y no se trata solo de lo que nos deja en la cabeza sino de cómo nos lo deja. Es una novela gráfica con unos personajes atractivos desde el primer contacto. De esos que aún sabiendo poco de ellos, nos hacen conectar con su vida, por su personalidad, sí, pero también por la fuerza narrativa de la que Romberger hace gala. El autor se dedica a ir  jugando con las páginas, dejando espacios en blanco para que nos fijemos en una pequeñísima acción, pero sin miedo a dibujar impresionantes páginas dobles haciéndonos más partícipes de ese inundado mundo.

Sin duda Post York es una obra muy trabajada, con mucho simbolismo pero también contando una historia muy completa que dejará satisfechos a sus lectores. Además, se trata de un trabajo conceptual que trasciende el cómic al finalizar con una poesía, que se puede encontrar interpretada por el artista Crosby en el avance de la obra que ofrecía la propia editorial Dark Horse en su canal de YouTube. Cuando suceden estas cosas, cuando a un cómic personal se le añaden detalles de otros artistas en otros medios, ya se ve que hay una preocupación por transmitir, lo que le da a la obra un plus, un empujón en sentido cualitativo. Por si todo esto fuera poco, Post York viene amadrinado por una de las grandes editoras estadounidenses, Karen Berger, pieza clave en la existencia del famoso sello Vertigo, donde el propio James Romberger había trabajado. Berger ahora da cabida a cómics muy interesantes bajo su propia marca, Berger Books, dentro de la infalible Dark Horse. No es para menos, Post York es un experimento íntimamente interesante, con un poso agridulce que hará las delicias de quienes busquen una obra diferente, impresionante y que aporte algo real a nuestra vida.

Igor Álvarez Muñiz

Redactor de Zona Negativa